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Arquitectos: amann-canovas-maruri
- Año: 2021
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Fotografías:Adriá Goula, Luis Asín
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Es fácil idear un Pabellón de Exposiciones y que éste se convierta en un Centro Comercial de la periferia de alguna de nuestras grandes ciudades. Es decir, una pieza sin carácter y sometida a los intereses del puro comercio.
Viéndolo así, la dificultad de un proyecto como éste consiste en no perder de vista qué frente a la representación pura y sobre las condiciones de inevitable espectáculo, es posible ofrecer a las personas que lo visitan un lugar amable e inteligente en el que refugiarse dignamente.
Ante la velocidad agobiante que padece la sociedad contemporánea no es desdeñable un conjunto de espacios en los que la lentitud también tenga cabida y frente a las prisas por asimilar todo lo que encontramos no está mal que el Pabellón de España ofrezca sosiego, este es uno de los retos.
El Pabellón que proponemos es un conjunto de plazas entrelazadas, una concatenación de espacios intermedios, de lugares que producen experiencias diversas, en los que el tiempo parece recobrarse. Después de tanta caminata es hermoso pensar que el Pabellón de España procura un asiento y una sombra. Ese ofrecimiento es un acto de bienvenida y de amistad. El edificio es por tanto un espacio que quiere ser cercano y amable construyéndose con materiales evocadores y que proporcionan domesticidad, no quiere ser un centro comercial o de negocios.
El Pabellón que hemos construido es un espacio abierto y controlado climáticamente por sistemas pasivos, un lugar de lugares que pueden ser recuperados en otros emplazamientos cuando la exposición desaparezca, con unos materiales que pueden fabricar a otros materiales.
El edificio se ofrece, por tanto, como un territorio abierto que ofrece acogida.
Si alguien pregunta dónde está la puerta de este Pabellón, la respuesta es sencilla: donde empieza la sombra.